Irma de Luján en un artículo publicado en el Periodico on-line Guatemalteco, Prensalibre.com, nos describe la importancia que tiene el dibujo en la evolución crítica del niño:
El artista consciente no puede ignorar el arte de sus predecesores, ni de sus contemporáneos.
La obra de un niño surge como si fuera el primer ser sobre la tierra que puede crear imágenes de su mundo y del mundo que lo rodea. El niño no tiene barreras conceptuales establecidas que entraben su percepción.
La creación infantil tiene la virtud de comunicarnos una realidad que por su espontaneidad y frescura quedan aseguradas por la inocencia de su visión.
La obra del niño nace libremente en cualquier época, en medio de no importa qué crisis estética se está viviendo. Nace libremente por una suerte de generación espontánea, libre de prejuicios.
Cuando el niño pinta, lo que ve en su imaginación o su entorno es la imagen que va directamente de su conciencia al papel sin sufrir filtración. Esta es una característica del arte de los niños es que enfrenta las situaciones y las resuelve sin prejuicios, conforme a su poder imaginativo.
Nunca se le debe exigir a un niño un lenguaje estructurado más allá de su edad. Es por esto mismo que es tan delicado impartirle clases de arte, pues posee su propia lógica y su propio código. Jamás se le debe corregir y mucho menos negarle el valor a su trabajo, al hacer esto el profesor tendría que realizar una regresión a su propia vida infantil, cosa que es imposible.
El profesor arrostra un oficio un oficio y lo único que lograría con esto es confundir y hacer que el niño pierda interés por el arte. Un dibujo infantil, por muy dotado que sea, nos transmite más que el objeto o una forma del temperamento del niño.
En efecto, el dibujo infantil no es tanto el reflejo de la realidad sino el reflejo de la realidad infantil. El niño capta su realidad visual a través de esta realidad es el dibujo de los niños se obtiene una esencia más pura de las cosas.
En la actualidad, el dibujo del niño continua y continuará siendo inocente, aunque dentro de la libertad para expresarse incida parte de la iconografía actual, cine televisión, etc. Pero algo sucede a veces en su creatividad, cuando no puede resolver convencionalmente un tema acude al recurso de “esquematización” de la síntesis al símbolo, y el resultado puede ser, entre otras cosas, un dibujo escritural o dibujos lineales, elementalmente simplificados.
El resultado no es pueril. Proporciona una idea de libertad que sólo el niño tiene, un sentido de libertad que han querido procurarse algunos pintores modernos que han convertido el garrapateo infantil en un arte signico escritural y hasta expresionista.
El arte del niño es un arte que quiere pero no puede, pero que intentando encuentra un modo de poder.
martes, septiembre 05, 2006
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